¿Qué son los pisos fotolaminados?
Los suelos fotolaminados son un aglomerado sobre una base sólida que tienen en su capa superior una fotografía de gran realismo de varios tonos y tipos de madera. Como punto débil hay que considerar que, al tener una base de aglomerado, no resisten el agua ni la humedad. Se denomina suelo flotante al tipo de revestimiento que se superpone al suelo preexistente sin necesidad de utilizar un elemento de fijación, como la cola u otro material adhesivo. El suelo fotolaminado se instala de forma flotante, es decir, los paneles no se pegan, clavan o adhieren al subsuelo de ninguna manera.
Pero, según Gabriel Pizarro, subdirector de proyectos de Inmobiliaria Lo Campino, los suelos laminados están en declive debido a su escasa resistencia a la humedad. En el caso de los suelos vinílicos, los suelos encolados se pueden lavar con agua y detergente neutro, sin embargo, no se recomienda dejar el suelo sumergido en agua durante mucho tiempo, ya que puede provocar el desplazamiento de algunas baldosas o tablas. A pesar de ser estéticamente similares, los suelos vinílicos y los laminados son muy diferentes, desde su composición hasta los beneficios en su uso diario. El fotolaminado ha sido uno de los suelos más utilizados en los últimos tiempos, tanto para quienes aspiran a remodelar como para quienes diseñan casas o apartamentos nuevos.
Otra de las ventajas de los pavimentos más modernos es que imitan fielmente el diseño de los materiales naturales o de mayor nivel, como la piedra, el mármol o las maderas nobles, lo que permite mayores posibilidades decorativas. Los suelos laminados, por su parte, están disponibles en formato de plancha y baldosa y, al igual que los vinílicos, tienen diversas texturas y colores que simulan la madera, el hormigón y la piedra. Este tipo de suelo está más indicado para entornos hospitalarios, que necesitan un cuidado especial con la limpieza y el mantenimiento, pero también es posible encontrar rollos de vinilo residenciales y comerciales. En algunos casos se recomienda instalar una manta acústica debajo del laminado para que los vecinos del piso inferior no sean molestados por el ruido de las pisadas, pero aun así, la reverberación del sonido en el ambiente termina por no ser completamente atenuada.