Fuente de carbono a sumidero de carbono: rediseño del entorno construido para el cambio climático
El carbono incrustado es el almacenamiento de carbono durante largos períodos de tiempo. Los productos de madera contienen aproximadamente un 50% de carbono en peso seco. El uso de productos de madera en los edificios proporciona un beneficio ambiental adicional al almacenar el carbono eliminado de la atmósfera. Esta capacidad de secuestrar o «incrustar» carbono hace que la madera sea un producto ideal para los edificios, que están diseñados para una vida útil prolongada. Básicamente, un edificio de madera es un gran sumidero de carbono. Este almacenamiento de carbono es un atributo ambiental único que no existe en otros productos estructurales.
La madera como táctica para frenar el cambio climático está respaldada por un creciente cuerpo de investigación y avances en el cálculo de la huella de carbono de los materiales de construcción. En un artículo reciente publicado en la revista Sostenibilidad de la naturaleza, expertos en el Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático en Alemania profundizó en cuatro posibles escenarios de uso de madera en edificios durante los próximos 30 años. En el primer caso, «todo sigue igual», el 0,5% de los edificios están hechos con madera, mientras que la gran mayoría sigue siendo de hormigón y acero. Hay un escenario de construcción de madera del 10%; un escenario de construcción de madera del 50%; y un cuarto en el que la gran mayoría–90% de obra nueva–está hecho con madera. Sus hallazgos sugieren que el escenario más bajo podría resultar en 10 millones de toneladas de carbono almacenadas por año y en el más alto, casi 700 millones de toneladas. «Los edificios, que están diseñados para permanecer durante décadas», escriben los investigadores en el documento, «son una oportunidad que se pasa por alto para un almacenamiento a largo plazo de carbono, porque los materiales de construcción más utilizados, como el acero y el hormigón, apenas almacenan carbono».
Si bien la investigación se limita a la construcción europea con madera, los autores del estudio ven un potencial global. “Esta es la primera vez que se evalúa el potencial de almacenamiento de carbono de la construcción de edificios de madera a nivel europeo, en diferentes escenarios”, dijo Ali Amiri, uno de los investigadores del estudio. «Esperamos que nuestro modelo se pueda utilizar como hoja de ruta para aumentar la construcción de madera».